El huevo y el colesterol: ¿mito o realidad?

consumo de huevo

Durante los últimos 50 años, se han publicado numerosos estudios sobre el impacto del huevo en la salud, en especial en relación con su contenido de colesterol. Se ha debatido largamente la conexión entre el colesterol presente en la yema del huevo y el aumento de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), conocidas popularmente como «colesterol malo». Sin embargo, estudios recientes han empezado a cuestionar esta creencia, demostrando que el consumo de huevos no es tan perjudicial como se pensaba.

¿Qué dicen los estudios recientes sobre el colesterol del huevo?

Un estudio publicado en abril de 1997 en la American Journal of Clinical Nutrition concluyó que la ingesta de huevos no incrementa significativamente los niveles de colesterol en sangre. Desde entonces, han surgido más investigaciones que desmitifican la idea de que «el colesterol del huevo es dañino». De hecho, no existe evidencia concluyente que relacione directamente el consumo de huevos con enfermedades como la arteriosclerosis o la hipercolesterolemia.

Lo que sí está claro es que el consumo excesivo de grasas, especialmente las saturadas, está vinculado con un aumento del riesgo de obesidad y enfermedades vasculares. Sin embargo, los huevos no son una fuente principal de grasas saturadas y su consumo moderado no supone un riesgo significativo para personas sanas.

¿Cuántos huevos se pueden comer al día?

Los estudios más recientes no sugieren que «cuantos más huevos, mejor», pero sí han desmontado la idea de que consumir huevos con frecuencia sea perjudicial. Para adultos sanos, se considera que consumir un huevo al día es una cantidad normal y saludable. Esto, por supuesto, debe ser parte de una dieta equilibrada que incluya una variedad de nutrientes esenciales provenientes de otros alimentos, como frutas, verduras y cereales.

Es importante recordar que una dieta basada excesivamente en huevos puede desplazar otros alimentos necesarios para una nutrición completa, por lo que la moderación sigue siendo clave.

El huevo y la dieta equilibrada

Una dieta equilibrada incluye una amplia variedad de alimentos, y quienes consumen huevos de manera habitual deberían asegurarse de incluir alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras y hortalizas, que aportan nutrientes cardioprotectores como fibra, potasio, magnesio y vitaminas antioxidantes. La falta de estos alimentos en la dieta, más que el consumo de huevos en sí, podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Recomendaciones para personas con enfermedades cardiovasculares

Aunque el consumo moderado de huevos es seguro para la mayoría de las personas, aquellos que padecen enfermedades cardiovasculares (como diabetes, arteriosclerosis, hipercolesterolemia, o quienes tienen factores de riesgo como obesidad o sobrepeso) deberían limitar su consumo diario de huevos. En estos casos, es fundamental seguir las indicaciones médicas y optar por una dieta baja en grasas saturadas y rica en alimentos vegetales.

En resumen, los estudios científicos actuales indican que el huevo es un alimento nutritivo y que su consumo en personas sanas no aumenta significativamente el riesgo cardiovascular, siempre y cuando forme parte de una dieta equilibrada.

Fuentes de consulta:

El huevo en la dieta y la salud – Instituto del Huevo. 

El huevo y el colesterol – Consumer.  http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/guia-alimentos/carnes-huevos-y-derivados/2013/04/19/216474.php#sthash.TFMskowQ.dpuf

Enfermedades cardiovasculares – Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cardiovascular-diseases-(cvds)

Manuel Cámara

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